¡Qué parecidas afirmaciones! Sólo difieren en una simple preposición, de y por. Y qué distinto significado tienen. No es lo mismo, claro que no es lo mismo, es radicalmente distinto.

Esto viene al tema de la última y más popular sentencia de muerte acaecida en el mundo, la de Sadam Hussein, un monstruo donde los haya, un genocida sin escrúpulos que supo en todo momentos cómo imponer su fuerza y su terror para ganar el poder de un país que dominó completamente. Llegó un momento, en que el salvador del mundo, el único que cree que tiene el poder para liberar al mundo del mal supremo del terrorismo y los dictadores, el señor presidente de los Estados Unidos de Américo George W. Bush, decidió que era hora de poner fin a todo eso, hacerse con unos cuántos pocitos de petróleo y encima quedar genial ante la opinión pública por haber liberado a un país de un vil dictador. NO voy a negar, en ningún momento, que Sadam Hussein debía desaparece de la posición en la que estabas porque para que gobierne el diablo tenemos el infierno, y nada más, pero de ahí a juzgar a un asesino con un asesinato hay un trecho.
¿Es curioso verdad? Resulta que tú has matado a un montón de gente y te van a juzgar por ello, pues bien, como el que juzga es el gobierno y tiene el poder absoluto sobre la vida y la muerte de todos sus gobernados decide que te condena a ser asesinado. ¡Qué bonito! Ojo por ojo, vida por vida. ¡Qué guay! Como todo el mundo funcionemos así la humanidad se extingue en lo que dura el café del desayuno. Y encima, para hacer más truculenta la sentencia se le condena a la horca, como antiguamente, claro que sí, en medio de la plaza del pueblo y con todas las camaras de las principales cadenas de oriente y occidente grabando el gran acto de destrucción de un vil dictador. Y el señor Bush más contento que unas castañuelas porque el muy ingenuo, con mil perdones, cree que de esa forma está librando al mundo de un gran mal. Pero no señor, esto es como las ratas, si te cargas a una ten por seguro que apareceran más. En el asesinato no está la reinserción, aunque estoy de acuerdo totalmente, que crímenes como el de Hussein no son merecedores de ningún tipo de reinserción, por mucho que tengan buen comportamiento.

Pero miremos un poco más allá. ¿No han sido los líderes de varios gobiernos los que han enviado a sus tropas en misiones de conquista a otros países asesinando vilmente a miles de inocentes que simplemente tuvieron la mala suerte de estar allí en el momento equivocado? ¿A esos no se les juzga? No, claro que no, son liberadores del mundo. Y en qué mundo vivimos, en el que los liberadores son los que derrocan a los "malos" con violencia y destrucción. A este paso, olvidense de que esta civilización llegue muy lejos, porque no será la naturaleza la que nos destruya sino nosotros mismos que seguimos permitiendo que todo esto ocurra. Hechos como el de la sentencia de Hussein demuestran que el mundo lo domina una persona, y que lo que esa persona hace nadie rebate y nadie opone, libertad absoluta, carta blanca,...

A todos esos, y a muchos más, decirles que a veces es mejor mantener la boquita cerrada y no meterse donde no les llaman, porque las consecuencias no son siempre las esperadas.

Por último, citaré una frase de John Doe, el psicópata asesino de Seven (1995)

"Sólo en un mundo tan asqueroso como este podrías intentar decir sin que se te notara una mueca en la cara que toda esa gente a la que maté eran inocentes. Ese es el problema. Vemos un pecado capital en cada esquina de la ciudad, en cada casa, y lo toleramos. Lo toleramos porque es común, es normal, es trivial. Lo toleramos por la mañana, al mediodía y por la noche. Pero ya no. Voy a dar ejemplo. Lo que voy a hacer va a ser examinado y estudiado y repetido... por siempre jamás."

Estoy abierto a opiniones ;)

Papis (111)